A lo largo del tiempo, las organizaciones han enfrentado circunstancias que resaltan la necesidad imperativa de adaptación y aprendizaje continuo para mantenerse relevantes en el cambiante mercado laboral, pues la tecnología está transformando rápidamente la naturaleza del trabajo, desde la gestión de información hasta la aplicación de la Inteligencia Artificial.
Esta constante evolución demanda que las personas adquieran nuevas habilidades o fortalezcan las existentes en campos específicos, lo que hace que el upskilling y el reskilling sean cruciales para preparar a la fuerza laboral del futuro. En este artículo, profundizaremos en estos conceptos y exploraremos su impacto en el desarrollo personal y profesional de los colaboradores.
¿Qué significan y por qué son importantes?
El upskilling se refiere al proceso de adquirir nuevas habilidades o mejorar las existentes en un campo específico, mientras que el reskilling implica obtener competencias completamente nuevas o realizar una transición hacia una nueva carrera.
Ahora bien, en un mundo en el que las habilidades que son relevantes hoy pueden volverse obsoletas mañana debido a la automatización y la evolución tecnológica, estos dos conceptos son esenciales, ya que la tecnología está impulsando cambios significativos en la forma en que trabajamos, convirtiéndose en un activo crucial para las organizaciones.
Por lo tanto, tomar medidas hacia la adaptación es esencial para mantenerse a la vanguardia en este panorama laboral en constante evolución. Aquellos que se comprometen a aprender y evolucionar tienen más posibilidades de utilizar su conocimiento como una palanca que impulse la creación de valor en las organizaciones.
En este contexto, algunas organizaciones han adoptado estrategias de desarrollo que incluyen la capacitación de colaboradores para impulsar su crecimiento profesional mediante ofertas académicas certificadas, como cursos y talleres. Lo que conlleva a:
1. Mayor empleabilidad
El reskilling brinda a los colaboradores la oportunidad de cambiar de carrera o adaptarse a sectores en crecimiento. Esto se vuelve crucial a medida que algunos empleos tradicionales desaparecen y surgen nuevas oportunidades en campos como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y la sostenibilidad. Al estar preparados para roles emergentes, los colaboradores pueden mantenerse como talento relevante en el mercado laboral.
2. Aumento de la productividad
Las organizaciones también se benefician del upskilling y reskilling, pues al contar con personas altamente capacitadas, los procesos tienden a ser más productivos y eficientes, lo que se traduce en una ventaja competitiva frente a otras organizaciones.
3. Fomento de la innovación y la creatividad
La inversión en el desarrollo de habilidades también impulsa la innovación y la creatividad en el entorno laboral. Los colaboradores capacitados tienen la confianza para enfrentar desafíos complejos y proponer soluciones creativas. Esta cultura de aprendizaje continuo y mejora constante promueve una mentalidad de innovación en toda la organización, lo que puede llevar a la creación de productos y servicios nuevos e incluso, mejorados.
Lo anterior se reafirmó en el webinar: «Potencia el upskilling y reskilling de tu equipo», organizado por Great People’s Community®, en el que Anabella Laya, CEO de Acreditta, destacó que una herramienta efectiva para estimular la innovación y la creatividad, al mismo tiempo que se evalúa el progreso de los colaboradores, es la gamificación. A través de juegos y actividades interactivas, es posible medir el desarrollo de los colaboradores y asegurarse de que estén alineados con las últimas tendencias en el reconocimiento de habilidades, lo que ayuda a mantener al equipo en “la cima del juego”.
4. Contribución al éxito sostenible
El upskilling y reskilling contribuyen al éxito sostenible de la organización a largo plazo. Las organizaciones que priorizan el desarrollo de habilidades están mejor equipadas para adaptarse a los cambios del mercado, mantenerse competitivas y aprovechar las oportunidades emergentes.
5. Marca empleadora
Lo anterior, destaca la importancia de incluir el desarrollo de habilidades como una parte esencial de la estrategia de Marca Empleadora. Resolver este aspecto no solo fomenta la fidelización, sino que también fortalece el compromiso, entendido como un vínculo afectivo que los colaboradores establecen con su labor, compañeros y líderes, y de manera más concreta, con la cultura organizacional.
Como resultado, los colaboradores se convierten en voceros de su lugar de trabajo, generando la posibilidad de que compartan sus experiencias en diferentes plataformas como LinkedIn, lo que amplía las oportunidades de atraer talento altamente calificado.
Lo anterior, nos lleva a concluir que la preparación de la fuerza laboral del futuro depende en última instancia de factores tan determinantes como el upskilling y el reskilling, herramientas clave en la construcción de un camino hacia un futuro laboral más próspero y competitivo.
Para ello, es necesario mantener una mentalidad abierta frente al cambio y estar al tanto de las nuevas tendencias del mercado, a la vez que se contribuye a la formación de líderes y profesionales preparados para el futuro.
Esto no solo implica la capacidad de diseñar programas de carrera que satisfagan las demandas del mercado, sino también la habilidad de adaptarse a las necesidades individuales de los colaboradores mediante el seguimiento de cada plan de carrera.
Lo que en términos concretos, representa una visión del éxito que se centra en un genuino interés por las personas y desde esa perspectiva, en la comunidad y la fuerza laboral del mañana.