Cada 8 de marzo, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de la Mujer, un evento que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los logros alcanzados, los desafíos que persisten y el camino por delante hacia la igualdad de género. Más allá de las celebraciones, este día tiene sus raíces en la lucha histórica de las mujeres por sus derechos, incluido el derecho al voto, mejores condiciones laborales y la igualdad de oportunidades.
Durante décadas las mujeres han luchado para acceder a roles de liderazgo y para ser reconocidas en igualdad de condiciones en el lugar de trabajo. Hoy en día, vemos un progreso considerable, pero aún queda mucho por hacer.
Según datos del PAR Ranking (2022) emitido por Aequales, las disparidades de género en el ámbito laboral son evidentes. Las mujeres todavía enfrentan desafíos significativos en términos de brechas salariales y representación en roles de liderazgo. Por ejemplo, las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres y solo ocupan el 35% de los cargos de liderazgo.
Esto sin duda representa un problema persistente que requiere una acción continua y concertada para abordar las disparidades y evitar perpetuar un ciclo de desigualdad que nos afecta a todos, especialmente en el sector industrial, donde de acuerdo a las investigaciones realizadas por Great Place to Work® la participación de los hombres supera en 30 puntos porcentuales la de las mujeres, que es la misma diferencia que se presenta, esta vez en favor de las mujeres, en las organizaciones dedicadas a la prestación de servicios de salud y sociales.
Estas disparidades de género en diferentes sectores industriales reflejan desafíos sistémicos que deben abordarse con urgencia. Puesto que la falta de conciencia frente a la diversidad de género en el lugar de trabajo no solo es injusta para las mujeres, sino que también priva a las organizaciones de perspectivas valiosas y del cumplimiento de objetivos.
Ahora bien, podemos considerar y adoptar el discurso de que reconocemos el valor de las mujeres y sus múltiples roles en la sociedad simultáneamente de los profesionales. Sin embargo, es importante no limitarse al discurso. Las organizaciones emplear argumentos pertinentes para cada audiencia de manera que sea posible educar, persuadir e influir en los comportamientos.
Además, es fundamental que se implementen políticas y prácticas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles. Esto incluye la adopción de medidas para eliminar los sesgos de género en los procesos de contratación, promoción y compensación, así como la implementación de programas de desarrollo profesional y liderazgo específicamente dirigidos a mujeres. Conozca los motivos a continuación:
Contribución de las mujeres en las organizaciones:
- Mayor tendencia al cuidado: suelen tener una mayor disposición a cuidar del bienestar de los demás, tanto de sus compañeros como de los clientes. Esto se traduce en un mejor ambiente laboral, mayor satisfacción del cliente y una empresa más humana.
- Capacidad de escucha: Las mujeres son excelentes oyentes, lo que les permite comprender mejor las necesidades de los demás y encontrar soluciones más creativas. Esta capacidad es fundamental para el trabajo en equipo, la resolución de conflictos y la atención al cliente.
- Espíritu de cooperación: Esto crea un ambiente de trabajo más positivo y productivo, donde las ideas y el talento de todos se valoran.
- Atención al riesgo y mejor gestión de crisis: Las mujeres son más propensas a analizar los riesgos y tomar decisiones estratégicas en situaciones de crisis. Esta capacidad es fundamental para la supervivencia de las empresas en un entorno cada vez más competitivo.
- Conocimiento del cliente:Las mujeres tienen un mayor conocimiento de las necesidades y preferencias del cliente, lo que les permite ofrecer un servicio más personalizado y eficiente. Esto se traduce en una mayor fidelidad del cliente y un aumento de las ventas.
- Innovación: transforman la estructura organizacional para fomentar una cultura de creatividad, colaboración y aprendizaje continuo. Este enfoque involucra la cultura organizacional, diseño de espacios de trabajo inspiradores, mayor agilidad y aumento de la competitividad.
Liderazgo femenino:
El avance del liderazgo femenino en las organizaciones no solo es una cuestión de equidad de género, sino también una estrategia empresarial inteligente. La baja representación de mujeres en roles de liderazgo, como revela el Ranking PAR (2022) de Aequales, en donde solo el solo el 35% de las mujeres ocupan cargos de liderazgo refleja la persistencia de desafíos en la igualdad de género en el ámbito laboral.
La falta de representación femenina en roles de liderazgo no solo es un problema de justicia social, sino también un obstáculo para el progreso económico y el rendimiento empresarial. Numerosos estudios han demostrado que la diversidad de género en la alta dirección conduce a una toma de decisiones más amplia y equilibrada, así como a una mayor innovación y rentabilidad.
Las mujeres aportan diferentes perspectivas, habilidades y enfoques a la mesa, lo que puede mejorar la resolución de problemas, fomentar la creatividad y promover un clima laboral más inclusivo. Además, la presencia de mujeres en puestos de liderazgo puede tener un impacto positivo en la atracción y retención de talento, especialmente entre las nuevas generaciones que valoran la diversidad y la igualdad de oportunidades.
Por tanto, las organizaciones que promueven activamente el liderazgo femenino no solo están cumpliendo con un imperativo moral, sino también maximizando su potencial para el éxito a largo plazo.
Avanzando juntas:
Tal como en aquellos años en los que las manifestaciones de mujeres trabajadoras en Nueva York durante los años 1908 y en 1910 en busca del derecho al voto para mujeres, hoy en día vemos cómo las mujeres siguen avanzando en el mundo corporativo, accediendo a posiciones de liderazgo y creciendo dentro de las organizaciones.
La invitación es a que sigamos celebrando sus logros, inspirando a nuevas generaciones y trabajando juntas para construir un mundo donde cada mujer pueda alcanzar su máximo potencial. Juntas, son imparables.